El Gato del instituto

Al salir de clase por la noche, ella siempre se acercaba a la casa del conserje.

Allí podía ver a un pequeño gato que comía en el patio del instituto. La chica, se mantenía a una distancia prudente como para no asustar al animal y lo observaba comer.

La joven miraba al gato con ojos enamorados mientras el gatito se alimentaba y hacía pequeños ruidos al comer, que hacía que la chica se derritiera de amor.

El pequeño gato al terminar de comer, se alejaba del plato y se relamía mientras la chica se acercaba en silencio. El gato nunca se dejaba acariciar ni por el mismo conserje del centro que le daba de comer, y mucho menos se iba a dejar acariciar por alguien que acababa de conocer.

Pero de algún modo, ésta vez se dejó acariciar por la chica. El gato ronroneaba por cada caricia y se frotaba entre sus piernas. Lamentablemente, la chica es alérgica a los gatos y el primer estornudo que ella emitió, asustó a su peludo amigo, quien salió disparado por el susto.


 

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