Los controles de la nave ya no respondía, al piloto no le quedaba más remedio que estrellarse y que por algún milagro, pudiera salir vivo.

 El piloto se despertó en el suelo de aquel planeta aún desconocido, al incorporarse, vio a una mujer muy bella a su lado. No llevaba traje espacial como él, sino un vestido que insinuaba sus curvas, su rostro era angelical, el piloto nunca había visto una belleza como aquella. El piloto intentó incorporarse, pero ella hizo un ademán con la mano y el piloto se quedó paralizado.

 La mujer le habló, él no pudo entender nada, la parálisis que estaba sufriendo le debilitaba aún más, hasta que se desplomó, teniendo como última imagen a aquella mujer de belleza indescriptible. 

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